Con Avril no se necesitan afrodisiacos
Édouard-Henri Avril (1843-1928), pintor francés nacido en Argel —ciudad de remotos ecos del erotismo oriental mediterráneo—, tal vez por eso prefirió los puntos de vista más abiertamente eróticos de los mitos que llevaba a la plástica. Sus obras son muy explícitamente sexuales, y sin embargo nunca son grotescas ni de mal gusto. Su tono es siempre de un realismo y un naturalismo tan semejantes a los del arte antiguo, que a pesar del sexo gráfico, es difícil que alguien de [...]