Cuando el chat erótico se pone “más caliente” y se pierde la cabeza

Ella empezó a fantasear cada vez con más frenesí, y pasó por cada uno de los fetiches porno más actuales, esos que tantas personas conocen en secreto e intentan poner en práctica en cualquier chat erótico. Más que un chat erótico, la cosa se fue convirtiendo en un monólogo erótico en que él la seguía a ella para complacerla.

A pesar de que con esas fantasías él no sentía sexualmente nada especial, sabía manejar muy bien las palabras para encenderla a ella. Él conocía tan bien como ella los fetiches sexuales que hoy en día tantísimas personas consumen en los sitios web de porno. Ella poco a poco iba abriendo para él sus aprendidos fetiches sexuales, y él sabía muy bien qué decir en cada caso. Gracias a las palabras encendidas de él, ella se excitaba cada vez más mientras nuevamente frotaba su vulva al otro lado del chat erótico.

Cuando comienzas a dudar en el chat erótico

Para el chico, todo este intercambio de mensajes y fotos, a pesar del fuerte estímulo que sentía, iba transcurriendo en medio de la duda (típica en cualquier sexting o chat erótico) de si quien le estaba enviando las fotos era quién aparecía en las imágenes. O de si sólo se trataba de fotos que ella estaba descargando de Internet y enviándoselas. O de si incluso la persona era del sexo que decía o del sexo opuesto (su mismo sexo). O de si realmente lucía así como en las fotos. O de si hacía esto mismo con personas distintas en otro chat erótico. Y sabe dios cuántas dudas más. Al fin y al cabo, todo estaba sucediendo únicamente en la imaginación.

Él notaba que las fotos que la chica le estaba enviando tenían distinto tamaño y resolución unas con respecto a las otras. Algunas fotos eran grandes y con colores brillantes y saturados, pero otras eran pequeñas, parecían fotogramas capturados de un video y tenían colores más apagados y menor definición.

Lo que más hacía sospechar al chico era que (le parecía) en unas fotos la chica llevaba las uñas más largas y de color rojo, mientras que en otras fotos llevaba uñas más cortas y de color crema. ¿Eran manos distintas de personas distintas, o manos de la misma persona en distintos momentos? Además, chico perspicaz (y ya hasta suspicaz), notaba que la sábana de la cama en que aparecía acostada la chica, era de color ligeramente distinto en cada foto, y el estampado cambiaba. Otro dato contradictorio era que en unas fotos la habitación parecía a oscuras, y en otras parecía que entraba la luz de una ventana por uno de los lados.

El chico, para no cortar la excitación de la chica y no enfriar el chat erótico, en ese momento prefirió creer que ella se estaba cambiando de habitación y de cama cada cierta cantidad de fotos (por eso los cambios de luz y de resolución), y que además insertaba alguna que otra foto suya de otros momentos para aderezar el chat erótico (de ahí los cambios en el tamaño y color de las uñas).

A fin de cuentas, todo chat erótico necesita que haya excitación a ambos lados de la pantalla para poder progresar. Sólo la excitación es capaz de hacerte perder la cabeza, de modo que la inteligencia se suspenda, la sensatez se deje para más adelante, y la imaginación sexual pueda manejar a su antojo el comportamiento y nos permita resbalar hasta más allá de la cordura, sin tomar en cuenta cualquier detalle sospechoso. Sin excitación, sin perder la cabeza, sin suspender la inteligencia y resbalar en la imaginación sexual, ningún chat erótico puede progresar “normalmente”.

Como todos sabemos, especialmente las mujeres, durante un chat erótico no hay nadie allí contigo realmente, y los vacíos hay que llenarlos con la imaginación sexual disparada por la excitación. Aquella frase cínica de la era del sexo por Internet que dice: “No es amor, pero se siente rico”, te parece amargamente cierta.

Y es que al fin y al cabo, tampoco hay nadie allí ni siquiera cuando el sexo casual ocurre cuerpo a cuerpo. Cuando el otro cuerpo promiscuo se va de tu habitación después de haber eyaculado, vuelves a estar tan sola y desamada como siempre, y sólo quedan perfiles fríos de Tinder y demás ejemplares de sitios de ligue y de chat erótico. Nunca hubo cuerpos reales en el sexo casual o promiscuo.

Cómo saber si las fotos de sexting son reales

Este chico que nos envió el fragmento del chat erótico que tuvo con aquella ¿chica?, nos sigue desde hace años, y está bien enterado de todo lo que hablamos sobre el sexo virtual, sobre el porno, sobre el sexo real, sobre el tamaño de los genitales, y sobre todo lo que se refiere a aprender a hacer bien el amor. Él ha avanzado en el camino hasta el punto de poder explicarlo a los demás y ayudarles a comprender. Le agradecimos mucho esta retroalimentación de habernos enviado su chat erótico y autorizarnos a publicarlo (sin nombres). Y además le dimos un nuevo consejo, si es que pensaba tener otra vez algún que otro chat erótico:

Tu amante virtual de chat erótico puede no estar mandándote fotos reales de su cuerpo. Así que piénsatelo bien a la hora de enviar una foto real de tu cuerpo desnudo. Siempre tenemos que aconsejar esto, porque sabemos perfectamente que la Internet está llena de fotografías de este tipo, publicadas sin el consentimiento de quien aparece en desnudez. En la mayoría de los casos la persona ni siquiera lo sabe.

El chico seguidor de Amor Sexual nos agradeció el consejo y nos dijo que lo tomaría al pie de la letra. Aunque últimamente (nos dijo) estaba evitando entrar a ese tipo de chat erótico, porque si bien estaba casi seguro de haber chateado con una chica, ahí nunca se sabe. Cuando volvió a entrar al perfil de Facebook de la chica, todas sus fotos eran privadas, y además no había ningún dato que le permitiera definir un poco más de quién se trataba. Parecía más bien un perfil creado solamente para chat erótico.

De hecho, no ya su género: casi ni por su jerga sexual vas a lograr deducir de qué país, o incluso de cuál continente es tu amante virtual. Hoy en día, entre la globalización y el porno, la jerga sexual se ha extendido, y no sólo los españoles dicen coño y polla, no sólo los mexicanos dicen panocha y verga, no sólo los argentinos dicen concha y pija, no sólo los chilenos dicen chucha y poronga, no sólo los caribeños dicen bollo y pinga, y no sólo los gringos dicen pussy and cock. Ya muchos de cualquier lugar usan estas palabras debido a que consumen contenidos sexuales de cualquier fuente al mismo tiempo.

La parte del chat erótico sobre el tamaño del pene

Y ahora finalmente te dejamos con este fragmento del chat erótico que el chico nos envió. Nos parece el momento más suculento de todos, aunque tal vez no es lo que te imaginas. El Amor Sexual siempre está un paso más allá de lo normal, incluso cuando no lo aparenta. El Amor Sexual empieza a hablarte desde lo habitual y cotidiano, y por esa vía abierta inserta los nuevos conocimientos.

Y este fue el final del chat erótico. Después de esto, a la chica se le pasó la excitación, y ambos han quedado para encontrarse en el mundo real. Quieren ver qué de bueno puede ocurrir entre ellos. Tal vez te parezca un final feliz para esta historia, pero así fue. Los finales felices también existen en la vida real. A la chica le ha fascinado todo lo que el chico le ha contado del nuevo modo de hacer el sexo que proponemos en el Amor Sexual, cosa de la que él está empapado y en la que se sigue empapando con su típico mensaje:

(Para más detalles sobre lo que dice el Amor Sexual sobre el tema del chat erótico, el sexo por Internet, el sexo virtual en general, y el modo de aprender a hacer bien el sexo, puedes visitar nuestro artículo Sexo virtual vs. Sexo cuerpo a cuerpo [galería con 10 imágenes bien explicadas].)