Todas las claves que en este sitio indicamos para hacer el amor, deben ser complementadas con una continua comunicación entre la pareja. La expresión honesta y el diálogo profundo abren el camino para que el sexo sea amor. Amor es sinónimo de comunicación: el amor es un grado muy profundo de la comunicación. Si la pareja no logra comunicarse con profundidad, difícilmente ellos puedan hacer el amor con profundidad. Si en términos individuales la expresión significa felicidad, en términos de pareja lo que genera esta misma felicidad es la comunicación.
Es necesario ir creando una relación íntima entre la pareja. Los amantes deben ser amantes no sólo haciendo el amor, sino también cuando están dialogando, y en el resto de las situaciones de la vida. Ellos no deben tratarse como extraños, con distancias entre ellos. Debe haber cercanía real entre ellos, y eso nace de abrirse realmente uno al otro. De esta misma apertura nacerá toda la sabiduría que ellos necesiten para vencer cualquier barrera de comunicación entre ellos.
Deben dialogar sobre todo de cosas muy íntimas —las que casi nunca se dicen—, y no sólo hablar de cosas externas. No reservemos las confesiones para las relaciones amistosas, familiares, etc., por miedo a ser vulnerables con nuestra pareja, pues estas confesiones son necesarias para que nazca y fluya dentro de la pareja el amor verdadero. El amor verdadero tiene todo que ver con la apertura y la vulnerabilidad. Por supuesto, para ello deben también fundar un ambiente de confianza mutua.
Nuestra pareja no debe sentir en nosotros a alguien de quien debe cuidarse. Tal vez tengamos que transformarnos mucho para logar esto, y no sólo aparentar ser confiables. Tal vez debamos sanarnos de las desconfianzas generadas en el pasado —por otras personas y por nosotros mismos—, mediante una práctica constante de la honestidad. No hay que pretender que esta transformación esté ya hecha: hay que esforzarse por hacerla. Hay que empezar en limpio, pero también hay que tener el valor de purificar las costumbres del pasado que intentan seguir contaminando el amor en el presente. Ayuda a tu pareja si la sientes flaquear. En realidad tiene tu mismo miedo a ser vulnerable, tu mismo miedo a sufrir otra vez, y tu misma desconfianza en que pueda ocurrir un cambio real en todo esto.
Sé abierto. Mejor no juzgues y no te quejes de algo que tu pareja pueda llegar a confesarte o de algo que tú mismo confieses y que no te habías dicho ni a ti mismo. Si te quejas y juzgas, ni tu pareja ni tú volverán a abrirse ni a confesar lo que tienen dentro, y la relación se volverá externa, convencional y poco sustanciosa. No tengas tanta medida para escoger qué expresas y qué no te permites expresar de lo que llevas dentro.
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