¿Cómo lucen los senos más lindos del mundo? ¡Vaya pregunta! Puede que parezca una respuesta trillada, pero si eres mujer, los senos más lindos del mundo son los tuyos, tal y como hoy son. ¿Esperabas otra respuesta? Probablemente sí: tal vez esperabas que te dijeran que tienes que remodelar tus senos para que luzcan más grandes o más chicos de lo que son, más duros y siliconados, que uno debe ser idéntico al otro, que los pezones deben estar parados, que las areolas deben ser más grandes o más chicas pero de igual circunferencia, y no estar rodeadas de vellos…

El bombardeo mediático te ha acostumbrado a estas falsedades, a estas respuestas falsas sobre una supuesta belleza femenina, que sólo convienen a la industria de la cosmética y de la cirugía estética. Pero seguro que ninguna respuesta te ha gustado y satisfecho más que ésta que te damos: al igual que el resto de tu cuerpo, tus senos son perfectos como son por naturaleza. Es grato saberlo porque es la verdad, y también porque es justo. Un mundo en el que tus pechos son amados tal y como son, es seguro el mundo en el que desean vivir tú y tus descendientes femeninas. A lo largo de este escrito iremos explicando tan peregrinas afirmaciones, que nada tienen que ver con la mayoría de las tendencias actuales.

Todos los senos son distintos tal como todas las vulvas, todos los ombligos, todos los rostros, y en fin, todos los cuerpos de mujer. Todos los senos son exquisitos y encantadores en su peculiaridad. Cada una de sus formas: bulbos, pezones, areolas, cada una de sus dimensiones, pequeñas, enormes, voluminosas, delicadas como sean, siempre inventan las leyes de la belleza para sí mismas, y así siempre los senos son bellos y perfectos tal como son.

Los senos son la expresión concreta del amor que hay en el pecho de la mujer: son el amor materializado en delicadas formas. Por eso son tan adorables, cualesquiera que sean sus formas. Operar los pechos, implantarle cuerpos y sustancias extrañas para hacerlos parecer más grandes o duros, pretender que no están bien como son, es, primero que todo un error de percepción que resulta de tener el cerebro lavado por los medios y las cada vez más peligrosas modas, y finalmente, es una agresión sutil pero grave contra el amor de la mujer.