Voy a irme menos para que vengas más
La mayoría de las ricas mieles del acto sexual debiera descargarlas la mujer, no el hombre. El hombre, en vez de abandonarse tan fácilmente a que se le escape su licor seminal, debiera ser como un atento devoto que cosecha las exquisitas mieles orgásmicas de la mujer ―lo cual requiere profundos cambios físicos y psíquicos por parte de él. Cada gota de miel femenina cosechada es una gota de conocimiento para el acto sexual y para la vida. Las [...]