Equilibrio en la cuerda floja del placer
Especialmente el hombre debiera ocuparse de hacer el sexo manteniendo alejada cualquier excitación en sí mismo, para que poco a poco la mujer pueda irse abandonando al erotismo que despierta, a la pasión total, al frenesí del clímax, a la lluvia de orgasmos. Hacer el amor sin control es cosa de mujeres, no de hombres. Si el hombre se abandona a hacer el sexo como lo hacen las mujeres, sin control, entonces el acto sexual se vuelve imposible de hacer. [...]