El ego que te separa del amor
Tú no eres tu ego. Cuando naciste no tenías ego: eras un cuerpecito tierno de amor, abierto y asombrado de estar vivo en la Tierra. El ego lo fuiste adquiriendo después, con cada fracaso amoroso, como una protección contra el dolor y el sufrimiento tan frecuentes en un mundo habitado por personas que hasta ahora no han sabido amar realmente. Pero ya no necesitas ese escudo, si vas a intentar hacer el amor profundamente con tu pareja y conocer [...]