5 consejos para que la erección del pene sea estrategia

La erección del pene tiene propósitos prácticos, no estéticos ni de show. No es necesario convertir en un show la erección del pene (como hace el porno), de modo que termines creyendo que necesitas consumir viagras o alguna otra tontería para que el pene luzca “duro como un tubo de hierro” incluso después de eyacular, o creyendo que necesitas “añadirle más tamaño” en el quirófano para que tu miembro exprese “tu enorme y rígida personalidad”. La personalidad o ego está de más, y si dejas de darle importancia, dejarás de darle a la erección del pene y al tamaño del pene una importancia que no tienen, y quedarán atrás todos los problemas de eyaculación o erección del pene que cualquier hombre tiene de forma circunstancial o frecuente.

Debes dejar atrás esas ideas o cualquier prejuicio semejante que tengas acerca cómo debe ser la erección del pene o el tamaño del pene. Porque, fíjate, que hasta ahora no han resuelto nada más que hacernos sufrir a todos, y provocar que los conflictos domésticos se desborden a la vida social. Relájate, que todo en tu pene está bien exactamente como es. Sólo necesitas aprender a hacer las cosas bien, lo que implica manejar las cosas y no dejar que ocurran “espontáneamente”. Más que propósitos prácticos, hay que decir que la erección del pene tiene propósitos estratégicos. Esto significa que, si el pene se está ocupando de hacer gozar a la vagina y no de perseguir su propia eyaculación, los grados de erección del pene deben cambiar de modo natural a lo largo del acto sexual, según las necesidades reales de la cavidad donde se hace el amor. Lo veremos con detalle más adelante.

Una erección del pene que es inteligente, es decir, una erección variable según lo que se necesite cada vez, hace posible una economía seminal que en ningún momento agota al hombre, aunque él lleve a la mujer decenas de veces al orgasmo y más allá del orgasmo. Quitarle el componente de show a la erección del pene no sólo ayuda al control de la eyaculación sino además al control de la erección: adiós a los problemas de erección que cualquier hombre tiene en cualquier momento, sean de falta de erección o de exceso. Un acto sexual efectivo basado en una erección del pene inteligente, favorece que además haya menos conflictos de pareja o sociales basados en el sexo o el género.

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Hablamos de que la erección del pene no es un show, sino una estrategia, es decir, algo con lo que debes tener una actitud de guerrero espiritual. ¿Qué significa esto? Un guerrero espiritual tiene autocontrol y frugalidad, es táctico y es valiente, todo con el propósito de poder superar las dificultades del camino de evolución. ¿Cómo se aplican estos principios estratégicos a la erección del pene durante el acto sexual? Siguiendo estos 5 consejos, e incluso sumando algún que otro consejo que tú mismo entiendas que necesitas:

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❶ Aprende a controlar tu eyaculación (pero no la reprimas)

Aprender a controlar tu eyaculación es el primer paso de cualquier otro logro sexual. Controlar la eyaculación es un logro que se alcanza aprendiendo a manejar la eyaculación gradualmente, sin necesidad de aguantarla o reprimirla. Este control de la eyaculación es la base de que el pene funcione siempre como debe, con la erección como se necesita, y es la base de que el acto sexual funcione bien; pero además es la base de que la vida en pareja entre en un nivel de armonía que hasta ahora no conoce. Y si eres osado y miras bien: es la base de que muchas cosas de la vida social empiecen a funcionar bien.

Aprender a controlar la eyaculación implica aprender a economizar tu energía seminal, para que tu pene nunca pierda del todo el interés sexual. Muchísimos problemas de erección del pene se deben en realidad a una falta crónica de energía seminal, porque el pene eyacula demasiado y con demasiada frecuencia. Controlar eso implica no jugar al sexo todo el día, evitar cosas como la adicción al porno (un fenómeno que ha alcanzado niveles épicos en nuestros días), y además no permitir que te manipulen la energía sexual para fines no sexuales. Actualmente hay un sinnúmero de objetivos (políticos, económicos, publicitarios, religiosos, mediáticos, y todavía más extraños), que pretenden aprovecharse de tu energía sexual para moverte hacia sus propios fines que nada tienen que ver con el gozo sexual. Deberás tener visión clara para detectar eso, y voluntad firme para superarlo.

❷ Aprende a controlar la erección del pene

Aprende a ser estratega de la erección de tu pene, dando a tu amante el grado eréctil que necesite cada vez. La vagina no siempre necesita el mismo grado de erección, y ni siquiera necesita que el pene esté siempre erecto. Si ella está tensa o cerrada, eso significa que necesita más erección del pene y más trabajo firme en abrir las paredes y dar acceso al fondo; pero si ella ya está abierta, eso significa que necesita menos erección y más acción delicada hacia el fondo… Y así sucesivamente. La vagina es distinta no sólo en cada una de las etapas del acto sexual: también es distinta en cada una de sus fases sexuales a lo largo del mes. Tu glande, si lo mantienes abierto, te dirá qué es necesario hacer cada vez. No tengas algoritmos prefijados (mucho menos los que enseña el porno), porque irás directo al fracaso.

A veces la vagina desea al pene erecto, pero a veces la erección del pene le resulta demasiado fuerte, y el pene inteligentemente se hace más blando. A veces el pene erecto la electriza de placer, pero a veces lo que la llena de sensibilidad es que el pene se parezca más a ella misma y sea más suave; en este momento la erección del pene casi le molesta. También los niveles de placer orgásmico vaginal van modulando el grado de erección del pene: si ella acaba de tener orgasmos múltiples pero no ha terminado, por el momento sólo se reposa en el movimiento del pene con una erección mediana que la distensa, pero sólo hasta acercarse a otro orgasmo que volverá a poner erecto y firme el pene, quien tal vez llegará a su tumefacción máxima durante una meseta de orgasmos femeninos múltiples en cadena…

Realmente la erección del pene durante el acto sexual no es una ciencia exacta, sino algo muy relativo y contextual. Si el pene permanece amando a la vagina, él responderá sincrónicamente a ella, y modulará su erección a lo que ella necesite cada vez. Como hemos dicho otras veces, el glande del pene (conectado con la glándula prostática y con el sistema nervioso) es la herramienta idónea para explorar a fondo los anhelos de la vagina, detectar sus necesidades, y servirle en cada momento el grado de erección del pene que ella necesite.

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❸ Evita imaginar qué ocurrirá o que harás cuando empiece el acto sexual

Mantén el acto sexual como un acto eminentemente práctico e intuitivo. Evita que el pensamiento o la imaginación se proyecten compulsivamente hacia “adelante en el tiempo”, hacia el “qué haré” o el “qué es lo correcto que debo hacer para que todo salga bien”. Esa proyección anticipada no es necesaria, y más bien interfiere en el buen funcionamiento del sexo. El exceso de actividad mental preocupada, puede impedir que el cuerpo se aliste para el sexo y que el pene se erecte. En cambio, si le dejas el acto sexual al cuerpo, él hará que emerja su conocimiento profundo y siempre sabrá qué hacer para que la erección del pene ocurra cuando corresponde.

Aunque los medios, los prejuicios, las tradiciones y la mala educación sexual te han convencido de que la “imaginación sexual” es buena para que el sexo salga bien, eso es un error. La imaginación sexual es un impedimento para el buen sexo. El buen sexo, el sexo que llega profundo y lejos, se hace con el cuerpo. Así que no imagines qué ocurrirá. Detén la mente. Si es el caso, el pene puede empezar el acto sexual sin haber alcanzado todavía una erección completa. Terminará de tenerla luego de la penetración, cuando llegue su momento real.

❹ La erección del pene no es para verla (eso es show)

El propósito de la erección del pene es ser funcional e íntima, no estética ni mucho menos pública. La erección del pene básicamente no es para mirarla: tiene la función de hacer el amor dentro de una cavidad. Por eso ni siquiera es necesario que el pene esté erecto fuera de la vagina para contemplarlo o juzgarlo para bien o para mal. Hay que dejar ya esa presión psicológica. No es imprescindible que el pene esté totalmente erecto fuera de la vagina. Reiteramos que con frecuencia él terminará de erectarse dentro de ella, según el grado de erección del pene que ella necesite.

Que la erección del pene es un asunto estratégico y no estético, además significa que el pene no necesita “lucir” de ningún modo, es decir, ningún pene necesita ni más ni menos longitud o grosor que el que tiene por naturaleza. El acto sexual no es un show, y si lo degeneramos de ese modo todo en la vida marchará mal, porque la sexualidad es la base de todo en la vida hasta un nivel insospechado. Es mejor ponerle un poco más de misterio al acto sexual, y un poco menos de esa nociva cultura audiovisual, de esa tendencia a juzgarlo todo por como luce por apariencia o por cosmética, en vez de por quién es, o por cómo funciona, o principalmente por su capacidad de amar.

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❺ No te confundas con lo que dicen los medios sobre la erección del pene

No te dejes engañar por la gran confusión sexual de los medios que convierten la erección del pene en show. Dales un puntapié a todos esos medios que convierten la erección del pene en show y expúlsalos para siempre de tu acto sexual y de tu vida. No permitas que la estupidez de los medios te compare con otros hombres, te debilite tu masculinidad y te genere dudas de ti mismo, complejos y problemas de erección, porque ese es un mal plan que viene de sabe dios dónde.

Tal como cada mujer es un mundo, cada hombre también lo es, y ambos son perfectos en sus formas. Evita exponerte a bombardeos de información que te ubiquen en posiciones de inferioridad con respecto a otros hombres en cuanto a genitales, razas, tamaños, colores, economía, etc. Tanto la web como las redes sociales, la TV, la prensa, etc., están repletas de prejuicios de este tipo, a veces a niveles muy sutiles y a veces a niveles bastante burdos y groseros.

Especialmente la pornografía, igual que ha convertido en heroísmo y en show el ridículo acto de eyacularle encima a la mujer (hasta el punto de que el hombre común, e incluso la mujer, creen a pie juntillas que ese debe ser el final de todo acto sexual), asimismo la pornografía ha convertido la erección, la rigidez, y el tamaño del pene en un show, creando complejos de culpa en el hombre, sometiéndolo a presiones psicológicas innecesarias frente a la mirada inquisidora de la mujer a partir de una supuesta “virilidad” cifrada en la rigidez del pene, llevándolo no pocas veces a consumir fármacos que casi convierten al pene en un tubo rígido e inerte, e incluso haciendo que el hombre termine en el quirófano sufriendo peligrosas operaciones de alargamiento, engrosamiento o “embellecimiento” del pene, igualmente innecesarias.

Con la tenacidad de tu carácter: vence todos los obstáculos que te impiden la erección del pene

Algo más hay que añadir sobre la ilusión que crean los medios, y que últimamente ha hecho involucionar al ser humano. Los medios crean un falso orden en que todo es fácil, en que nada cuesta esfuerzo, en que las “ganancias” se encuentran a la distancia de un botón, de un clic o de un tap, y en que todo lo que cueste empeño es algo a lo que hay que renunciar rápidamente, reclamando “derechos de consumidor” que obtiene lo que quiere rápidamente y “sin sudar”. Todo eso es falso y es indigno de una especie tan empeñada y esforzada como la nuestra.

El componente de esfuerzo es importante en todo lo que estamos proponiéndote. Los logros son el resultado del esfuerzo. No esperes que los logros vengan hechos. Debes vencer los obstáculos que te impiden hacer bien el amor y aprender a manejar tanto la erección del pene como la eyaculación. Con todo el empeño que eso requiera de ti. La tenacidad es valiosa. Puedes establecer una correlación entre la tenacidad de tu pene y la tenacidad de tu carácter: debes aprender a cultivar ambas cosas por igual.

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