Hoy queremos hablar sobre cómo desarrollar la capacidad masculina de controlar la eyaculación con la mente. No nos referimos a algún poder mental misterioso ni nada por el estilo, sino al tremendo impacto positivo que tiene en el control de la eyaculación el hecho de que el hombre cambie su actitud mental y su visión del sexo.
Si el hombre, además de los ejercicios que hemos recomendado para el control de la eyaculación, aprende a controlar la eyaculación con la mente, dicho control eyaculatorio se convierte en un arte mucho más fácil de lograr. Este cambio mental en el enfoque sexual, como veremos aquí, ayuda tanto o más que los ejercicios físicos para el control de la eyaculación.
Controlar la eyaculación con la mente facilita el camino sexual
Controlar la eyaculación con la mente es algo necesario para el hombre que busca convertirse en un mejor amante. No se logra haciendo prácticas imaginarias, sino desarrollando profunda experiencia consciente en el acto sexual.

Controlar la eyaculación con la mente no es una condición a priori para hacer mejor el sexo, sino que más bien es una capacidad que va surgiendo a medida que el hombre va aprendiendo a hacer mejor el sexo. A medida que aumenta la pericia sexual masculina, el hombre salta de nivel y empieza a darse cuenta de que en el cambio mental está todo. En esto el cuerpo sigue a la mente más de lo que la mente pueda seguir al cuerpo.
Aprender a controlar la eyaculación con la mente, le facilita al hombre el proceso de terminar de hacer el sexo sin haber eyaculado, pero sin tener que reprimirse ni aguantarse. Dicho en otras palabras: él logra terminar de hacer el acto sexual de forma natural sin haber eyaculado y sin tener que reprimir el semen o “quedarse con ganas”.
A fin de cuentas: ¿Para qué quieres eyacular si ese día no vas a concebir un hijo? ¿Acaso porque la eyaculación te da más placer? Eso no es cierto. Si avanzas en el camino, comprobarás que cuando haces el sexo bien, das y recibes tanto placer orgásmico, que el pene pierde el interés por eyacular y perder su poder sexual su en vano.

3 consejos para controlar la eyaculación con la mente
Con la frase de “controlar la eyaculación con la mente”, nos referimos a desarrollar una nueva capacidad sexual práctica y real, no una capacidad imaginaria y fantasiosa (como tantas supuestas prácticas sexuales de las que por ahí existen). Controlar la eyaculación con la mente es un hecho tan práctico como controlar la eyaculación mediante los ejercicios físicos o psicofísicos que tanto hemos recomendado.
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Ya que aquí estamos hablando de controlar la eyaculación con la mente, entonces, por supuesto, el aprendizaje es más un proceso mental que físico. Debido a eso, no estaremos orientando ejercicios físicos para fortalecer los esfínteres, sino ejercicios mentales. O más bien cambios mentales, cambios de enfoque en el acto sexual. Los siguientes consejos también dan respuesta a la pregunta: ¿Cómo controlar la mente para durar más en la cama? Para lograr controlar la eyaculación con la mente, el hombre debe:
1. Aprender a alejar el umbral eyaculatorio
Se llama “umbral eyaculatorio” al pico de placer sexual que desencadena el proceso de la eyaculación. Para aprender a controlar la eyaculación con la mente, durante el acto sexual debes desarrollar conciencia de lo que estás haciendo. Tener conciencia del acto sexual significa:
- Mantenerte atento a tus propias sensaciones sexuales, de manera que en ningún momento “pierdas la cabeza” por la excitación. Esto permite lograr tener un verdadero control durante el acto sexual, sin el automatismo sexual de los animales.
- Siempre que notes que se está acercando cierto pico de gozo sexual que se asemeja al orgasmo, en ese momento muévete más despacio, respira hondo para manejar el placer, o incluso deja de moverte hasta que el pico de placer se vaya. Y en el peor de los casos saca momentáneamente el pene de la vagina.
- Finalmente, con mucha práctica y a base de ser consciente del acto sexual, alejarás tanto el umbral eyaculatorio, que te volverás capaz de sentir placer orgásmico sin llegar a la eyaculación (orgasmo y eyaculación no son la misma cosa).
Cuando un hombre aprende a cruzar el que antes era su umbral eyaculatorio (es decir, el nivel de placer orgásmico que volvía imparable el proceso de la eyaculación), él aprende a ser capaz de ir mucho más lejos en el acto sexual, por lo que experimenta sensaciones orgásmicas sin eyacular. Estas sensaciones orgásmicas satisfacen profundamente la energía sexual masculina. Y entonces descubres que prefieres no eyacular ni siquiera al final. Lo cierto es que, para hacer sexo no reproductivo, no es necesario terminar abandonándote a ese innecesario derroche de energía sexual y biológica que es la eyaculación.
Aunque parezca difícil, en la práctica el hombre desarrolla la capacidad de permanecer consciente de todo lo que ocurre durante el acto sexual. Así se dejan fuera la típica tendencia a “perder la cabeza” por la excitación y a eyacular sin control. Esto constituye un gran paso de avance en el camino de aprender a controlar la eyaculación con la mente.

2. Enfocarse en el placer orgásmico de la mujer
Aprender a controlar la eyaculación con la mente, implica también dejar de creer que el sexo se hace para complacer sexualmente al hombre. Para esto hay que desplazar el centro de interés hacia el deleite sexual de la mujer.
La actitud mental egoica de perseguir la eyaculación masculina lo más pronto posible, pone al hombre en un estado de excitación animal. Eso anula cualquier tipo de posibilidad de controlar la eyaculación con la mente. Por fortuna, cuando el hombre da los primeros pasos en el aprendizaje del control de la eyaculación, en algún momento comprende que también necesita un cambio mental importante. Ese cambio mental importante es enfocarse en la satisfacción de la mujer.
Lo hemos dicho muchas veces: no hay nada que ayude más al hombre a aprender a mantener alejada su eyaculación, que el hecho de comprender que el verdadero acto sexual se hace para complacer a la mujer. Como dice la erótica oriental: la satisfacción sexual del hombre se encuentra en que él aprenda a satisfacer sexualmente a la mujer. En el camino de que el hombre aprenda a controlar la eyaculación con la mente, lograr desenfocarse de su propio placer y enfocarse en el placer de la mujer, ayuda tanto o más que los ejercicios de control de esfínteres. Lograr controlar la eyaculación con la mente facilita cualquier otro tipo de control.
Esto tampoco quiere decir que haya que obsesionarse con provocarle orgasmos a la vagina. No hay que perseguir los orgasmos femeninos, aunque sí hay que trabajar por el gozo de la mujer y dejar venir todos los orgasmos que lleguen. La clave para el hombre en esto es: no perseguir el orgasmo femenino ni obsesionarse con ello, pero sí trabajar de forma activa y serena por el gozo y los orgasmos de la mujer.
Cuando el hombre siente que finalmente está logrando ser tan buen amante como debe, esta paz le ayuda a controlar la eyaculación con la mente. En realidad gran parte de su descontrol eyaculatorio actual procede de falsos programas mentales sexuales. Un mejor estado mental fomenta el control de la eyaculación.

3. Controlar la eyaculación con la mente gracias al Masaje Genital
El Masaje genital que hemos recomendado se puede catalogar como un masaje psicofísico, más que solamente físico. Cuando la pareja realiza este masaje, va más allá del acto sexual y penetra en el “setup” de la relación, es decir, a las bases energéticas del estar juntos. Esto les regala la posibilidad de siempre comenzar de nuevo.
Como hemos comentado otras veces, los genitales normalmente están llenos de tensiones y de programas que les quitan la sensibilidad. A esto hay que añadirle que estos programas genitales no sólo son consecuencia del sexo mal hecho: también conducen a hacerlo mal.
Hacer el Masaje Genital ayuda a desprogramar el pene y la vagina, de modo que se eliminan los reflejos inconscientes de perseguir la eyaculación (tanto en el hombre como en la mujer). Luego de esto, habiendo ganado un estado más consciente, al hombre le resultará más fácil controlar la eyaculación con la mente, y no sólo a partir de técnicas físicas.
La experiencia durante el Masaje Genital es tan física como mental. Se trata, por así decirlo, de desprogramar “la mente del pene y la vagina”, o la zona del cerebro que maneja los genitales. El hombre comprobará que, gracias a este buen masaje, alcanza control sobre su mente. Y es este control sobre su mente y sobre sí mismo, lo que le ayuda a también controlar la eyaculación con la mente.
Cómo terminar el acto sexual sin haber eyaculado
La conclusión lógica de este artículo es: ¿Cómo terminar el acto sexual sin haber eyaculado? Básicamente la respuesta a esta pregunta es: Cuando el pene ha hecho el amor lo suficiente y ha tenido sensaciones orgásmicas, y luego de que la mujer acaba de descargar todo el gozo orgásmico que desea dar, el pene deja de estar erecto sin necesidad de haber eyaculado. Así de simple se dice esto, aunque no es tan sencillo de lograr. Lo más importante en todo esto es la práctica consciente, el cambio mental con respecto al acto sexual.
Obviamente, aunque aprendas a controlar la eyaculación y hacer el sexo más tiempo y mejor, siempre puedes decidir eyacular al final del acto sexual, ya cuando todo lo que debe hacerse está hecho. Pero a los hombres en algún momento les llega la necesidad de no eyacular ni siquiera al final. Esto llega cuando él comprende que de ese modo recibe todo el deleite erótico, todo el intercambio energético con el sexo opuesto, pero sin necesidad de dejar escapar su semen para eso.
Lo primero que debes saber es que no ocurre nada malo si no eyaculas. El cuerpo reabsorbe el semen no eyaculado. No es cierto que lo acumule indefinidamente, y si haces todo exactamente como lo recomendamos, tampoco sentirás nada parecido a dolor de testículos. Por otra parte, durante el sexo bien hecho sin eyaculación, el nivel de satisfacción para la mujer y para el hombre es tan profundo, que el pene al final logra la detumescencia (deja de estar erecto) sin necesidad de haber eyaculado.

Cuando el hombre abandona el egoísmo sexual y comprende que su misión es deleitar orgásmicamente a la mujer, él recibe dentro de ella mucho más placer que el que recibía simplemente persiguiendo su propia eyaculación durante unos segundos. Dentro de un escrito como este, ello significa que cuando la mujer descarga en el glande todo su deleite sexual, es decir, cuando el pene ha cumplido su misión sexual y cuando la erección deja de tener sentido, entonces el pene deja de estar erecto de manera natural, y ya ni siquiera desea eyacular, porque no lo necesita.
La combinación adecuada es la de los 3 consejos que ya dimos:
- Lograr con la práctica aprender a alejar conscientemente el umbral eyaculatorio y recibir placer sexual y orgásmico sin tener que eyacular.
- Lograr el propósito sexual de que la mujer reciba todo el gozo sexual y llegue a todos los orgasmos que ella desee descargar, hasta la última gota del placer femenino.
- Desprogramar al pene y a la vagina mediante el Masaje Genital, para que él deje atrás el descontrol eyaculatorio y aprenda el control de la eyaculación, incluido controlar la eyaculación con la mente.
![Controlar la eyaculacion con la mente – 2 consejos para lograrlo_Una pareja haciendo sexo en la psoicion del misionero, mujer deleitada [amorsexual.org]](https://amorsexual.org/wp-content/uploads/2021/12/Controlar-la-eyaculacion-con-la-mente-2-consejos-para-lograrlo_Una-pareja-haciendo-sexo-en-la-psoicion-del-misionero-mujer-deleitada-amorsexual.org_.jpg)
Estos 3 logros traerán el milagro de que el pene no sienta urgencia de eyacular, ni siquiera al final del acto sexual, y termine profundamente satisfecho y tranquilo. Los ejercicios físicos de esfínteres están muy bien para aprender a controlar la eyaculación. No debes dejar de hacerlos para avanzar en el camino de la evolución sexual.
Sin embargo, hay que ir más allá y aprender a controlar la eyaculación con la mente. El verdadero control de la eyaculación (ese que te permite alcanzar altos niveles en el sexo sagrado), sobreviene cuando también cambia la mente sexual masculina y el hombre se da cuenta de esto:
El placer de la diosa es lo que realmente importa, el camino de la poesía hecha con los genitales gozando se basa en deleitar orgásmicamente a esa belleza femenina, a esos ojos que te miran desde el paraíso que tú mismo has aprendido a abrir para ambos. Aprende a entrar en ese ámbito de la conciencia sexual acrecentada, o no es mucho lo que estás haciendo.
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