¿Alguna vez has observado la forma en que un bebé mama en el pezón de la mujer? Si aún no lo has observado, no te lo pierdas la próxima vez. Fíjate bien en ese bello modo de succionar, pues la mamada de pezón hecha por el lactante es la más placentera que la mujer pueda recibir.
Pero durante el acto sexual puede ser aún mejor para ella, ya que en ese momento la mujer está penetrada en su vagina, y eso significa que su cuerpo experimentará cualquier contacto como placer acrecentado, especialmente en zonas altamente erógenas, como los pezones.
El bebé lacta como un reflejo incondicionado —de hecho, mientras los bebés duermen, pueden soñar que están lactando el pezón de su madre, y en ese momento, dormidos, hacen sus graciosos movimientos bucales de deleite lactante. Éste momento es una oportunidad aún mejor para aprender de ellos, pues estarán mostrando de frente su técnica, sin que el pecho femenino impida la vista.
La forma en que los bebés lactan el pecho femenino tiene varios detalles interesantes, realmente muy instructivos. Los bebés, al chupar el pezón:
- No mueven la cabeza, sino los labios, lo cual pone toda la energía sensible en el contacto de la boca y el pezón.
- Mantienen los labios tan suaves como una crema. Esto se debe también a que aún no tienen dientes; pero no es imposible de lograr.
- Al mamar, permiten que la saliva mane fluidamente desde su boca, por lo que sus labios siempre están, no ya húmedos sino enchumbados. Es el mejor lubricante para esa operación.
- Muy suavemente y con suma delicadeza, es que los bebés hacen los movimientos succionadores con los labios y la mandíbula inferior.
- Cada chupada rítmica hecha con los labios, la acompañan con un dulce lametón hecho con la lengua, que en ese momento está tan suave, que la podemos llamar “lengua líquida”.
- Ponen toda la atención en lo que están haciendo: en ello les va la vida. Desean tanto chupar del pezón que, como ya vimos, al dormir incluso sueñan que lo están haciendo.
- Disfrutan enorme y sinceramente, no sólo de la leche que extraen del seno a través del pezón, sino de la actividad misma de hacerlo.
- Succionan el pezón con inocencia. «Con inocencia» no significa que sea una actividad «asexual». Nada de eso. De hecho, hay lactantes varones que tienen erecciones al mamar el pecho de su madre, y a las lactantes hembras se les humedece la vagina —como bien lo investigaron Masters & Johnson. Lactar es siempre una actividad amorosa —es decir, profundamente sexual. Succionar el pezón «con inocencia» quiere decir siempre experimentar la succión como si estuviera ocurriendo por primera vez. Para los bebés esto es un hecho, y para los mayores, encararlo así puede convertirse en un acto de conciencia sexual beatífica.
Todas estas enseñanzas que nos brinda la naturaleza a través del bebé, podemos ponerlas en práctica durante el acto sexual. Seas hombre o mujer, experimentar como una madre a la mujer con la que estás haciendo el sexo, no es una mala perspectiva, sino al contrario. La mujer, dentro de cualquier camino de culto sexual a la Diosa, encarna no sólo a la Diosa del Amor sino además a la Madre Tierra, en la que todos existimos y de la que obtenemos el deleite y la plenitud.
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