Tamaño del pene y la vagina: Desmintiendo prejuicios en base a datos científicos

Aquí tienes varias listas detalladas de investigaciones y fuentes que abordan el tema del tamaño del pene y de la vagina y su correspondencia natural. Se trata de estadísticas, porcentajes y un sinfín de datos científicos más que te ayudarán a comprender que los “penes grandes” y su supuesta idoneidad para el acto sexual son mitos nacidos de prejuicios de los que están plagados los medios —tanto los medios convencionales como los pornográficos.

Debemos aclarar que las estadísticas científicas no tienen tanto peso en la vida sexual como la gente supone. La ciencia muchas veces —enfocada como está en la condición de las cosas en el presente— carece de perspectiva de pasado y de futuro, y eso con frecuencia la lleva a errores. Por ejemplo, según la ciencia actual, el acto sexual normal ronda los 10 minutos. Eso no es más que un error de perspectiva basada en estudios realizados con parejas actuales que no saben hacer bien el amor. Por eso la ciencia —ni las ciencias exactas ni las sociales— no ha conseguido solucionar la crisis entre el hombre y la mujer, ni en lo sexual ni en lo social y mundial.

No obstante —para ayudar al ser humano actual con su mente habituada a la ciencia—, sirvan estas listas de estadísticas, datos y conclusiones sobre el tamaño del pene y la vagina, para desmentir temas tan sufridos e ilusorios como la falta de correspondencia natural entre el tamaño del pene y la vagina, que tantas veces se pone como supuesta causa de que el acto sexual no funcione. Tales ideas sobre la “falta de tamaño del pene” o el “exceso de profundidad de la vagina”, no nacen de la experiencia sino de prejuicios adquiridos en los medios y en la pornografía, con sus penes tamaño fenómeno de circo, sea por macrofalosomía o faloplastia. Reiteramos que el hecho de que el acto sexual no funcione bien, no tiene causa en una inventada falta de proporción entre el tamaño del pene y la vagina, salvo en una fracción de casos clínicos que pueda haber. El sexo no funcionará bien hasta que aprendas a hacerlo bien. Eso es todo.

10 conclusiones sobre la correspondencia natural entre el tamaño del pene y la vagina

Hemos correlacionado las conclusiones de una gran cantidad de investigaciones científicas sobre las dimensiones del pene y la vagina, y llegado a conclusiones que te sonarán conocidas. Porque en el fondo de tu ser, bien sabes que el tamaño de los genitales no importa, y que la naturaleza o lo divino no dan saltos tan absurdos como diseñar los genitales masculinos y femeninos de una misma especie sin que guarden la proporción adecuada.

Las conclusiones y datos que aquí te damos están 100 % en español. Pero la gran mayoría de las investigaciones que citaremos en acápites posteriores, están en inglés. No obstante, podrás leerlas en español si utilizas un traductor online. Por supuesto, los estudios científicos con demasiada frecuencia ofrecen datos distintos, a veces contradictorios entre sí. Téngase en cuenta que normalmente los estudios de este tipo se realizan con objetivos específicos ajenos al propósito del presente texto. Así pues, nos hemos servido de los datos para llegar a nuestras conclusiones, que no necesariamente son las de los textos usados como fuente.

1) La vagina es una cavidad “virtual” hasta que se abre y adquiere la profundidad adecuada al pene que entra en ella

El tamaño del pene normal erecto (entre 13 y 15 cm) es igual o un poco mayor que el tamaño promedio de la vagina normal (entre 5 y 13 cm). Como comentaron Masters & Johnson, la vagina es una “cavidad virtual”, es decir, que permanece cerrada hasta que se abre. Y el hecho es que se abre y se ajusta al tamaño de pene que entra en ella. No hay relevancia física alguna en el tamaño del pene para que el sexo sea satisfactorio. Sea del tamaño que sea, o aprendes a hacer bien el sexo o el sexo no funcionará.

2) Los penes que lucen pequeños triplican su tamaño al erectarse

Los penes que lucen pequeños sin erección (penes de sangre), duplican o triplican su tamaño cuando se erectan. Los penes que lucen casi su tamaño normal sin erección (penes de carne), no crecen notablemente cuando se erectan. Y hay que tener en cuenta que la mayor parte del tiempo los penes se mantienen sin erección, y de ese estado nacen la mayoría de los prejuicios sobre el tamaño del pene.

3) La percepción del tamaño del pene como problema se debe a los medios y al porno

Mientras un porcentaje muy alto de hombres (entre el 45 y el 55 %) siente ansiedad sobre este tema o desearía tener un pene más grande, la inmensa mayoría de las mujeres (un contundente 85 %) se declara satisfecha con el tamaño del pene de su hombre. Esta enorme discrepancia demuestra que la preocupación por el tamaño del pene es, fundamentalmente, un problema psicológico masculino alimentado por mitos, y no una queja real de sus parejas.

4) La promiscuidad trae problemas. Las parejas estables tienen menos dilema con el tamaño del pene

Hemos comentado que cuando una pareja es estable y tiene intimidad mutua, hay más confianza y tienden a desaparecer las cuestiones relacionadas con el tamaño del pene y la vagina. En especial si ellos han aprendido a hacer el amor y tienen buenas experiencias sexuales, se disipa cualquier duda al respecto. En cambio, cuando hay promiscuidad y continuas parejas nuevas, aumenta la evaluación del pene por parte de la mujer y del hombre poco comprometidos, con lo que aumentan la ansiedad masculina y los posibles problemas de erección y de eyaculación antes de tiempo.

5) Tener un pene más grande que el promedio puede ser más inconveniente que tener uno promedio

Menos del 5 % de los hombres tienen un pene mayor que el promedio. Y en esos casos, el hombre deberá aprender a hacer bien el amor, o la posibilidad de que el sexo sea insatisfactorio o doloroso para la mujer es mayor que la de un pene de tamaño promedio.

Cuando la vagina es más grande que el promedio y el pene es más pequeño que el promedio, ambos se acomodan gracias a las paredes elásticas de la vagina. En cambio, cuando la vagina es más pequeña que el promedio y el pene grande es más grande que el promedio, hay dolor en la penetración (dispareunia) y el sexo es insatisfactorio.

6) Mitos sexuales sin fundamento científico sobre el tamaño del pene y la vagina

“Hay mitos sexuales, que no tienen confirmación científica. Como el tamaño del pene en relación al de la nariz, las manos o los pies. En los varones altos, gran pene. O en las mujeres de boca grande, vagina grande. En realidad, la vagina se ajusta al tamaño del pene que la penetra” (J. López-Olmos: «La longitud vaginal: análisis multivariante», investigación ginecológica publicada en 2005 en Elsevier y en ScienceDirect).

7) La vagina crece un poco con el uso o después del parto, pero el cambio no es notable

Muchos matrimonios y parejas estables tienen el prejuicio de que ya no hacen el amor debido a que con el uso o después de parir, la vagina de la mujer se hizo “más profunda” y poco flexible, y por eso ella no siente placer. Eso, que en realidad es falso en la mayoría de los casos, lleva a algunas mujeres a realizarse vaginoplastias, cosa tan peligrosa como innecesaria. Por supuesto que el sexo no mejorará luego de realizarle cirugías a la vagina.

El problema de la ineficacia del acto sexual no se encuentra en una supuesta de falta de tamaño del pene, ni en un supuesto exceso de profundidad en la vagina. Como dicen las investigaciones, la vagina crece muy poco con el uso o después del parto, e incluso unos meses después del parto vuelve a la normalidad. Lo que realmente reduce el interés sexual y la sensibilidad de la mujer es la falta de control eyaculatorio del hombre. Cuando el hombre aprende a controlar su eyaculación y a hacer mejor el amor, esos prejuicios se disipan y la frecuencia sexual aumenta.

8) Mantenerte en forma física mantiene en forma tu pene

Que el hombre se mantenga en forma física, posibilitará que su pene tenga el tamaño natural. Por otro lado, la obesidad masculina puede determinar una reducción del tamaño del pene, sea real o aparente. La reducción puede ser real en casos de disminución de los índices de testosterona observada en hombres obesos, y puede ser virtual debido al fenómeno del “pene enterrado”, cuando la acumulación de grasa en la zona suprapúbica oculta parte de la base del pene.

9) Descarta cualquier idea sobre alargar quirúrgicamente el pene y mejor aprende a utilizar el que tienes

Cuando el pene adulto en erección no supera los 6.5 cm de longitud, ello se considera “micropene”, una condición que afecta únicamente al 0.5 % de los hombres a nivel mundial, o sea, que es muy infrecuente. Sólo en esos casos los médicos recomiendan la faloplastia o cirugía de agrandamiento de pene, una operación que es tan lícita como cualquier otra de cirugía correctiva para quien la necesite.

Pero como probablemente ese no es tu caso, por lo único que realmente debes preocuparte es por aprender a hacer el amor bien, para lo cual el primer paso es que aprendas a controlar tu eyaculación. Y si fuera tu caso y tienes que hacerte una faloplastia, no olvides que eso no va a solucionar tu calidad como amante. De todos modos tendrás que aprender a hacer el amor, o tu acto sexual no funcionará, sea cual sea el nuevo tamaño que le den a tu pene.

10) Usar con frecuencia el pene en el buen acto sexual, lo robustece y lo lleva al máximo de su tamaño natural

Una investigación publicada en 2023 en Research Gate (que tomó como referencia 75 estudios anteriores con una muestra de más de 55000 hombres), descubrió que “la longitud del pene erecto aumentó un 24 % en los últimos 29 años”, pasando de aproximadamente 12.27 cm a 15.23 cm (Federico Belladelli et al.: «Worldwide Temporal Trends in Penile Length: A Systematic Review and Meta-Analysis»). Ello posiblemente se deba —y esta conclusión es nuestra— a que la actividad sexual humana ha aumentado bastante en décadas recientes. La investigación adjudica el cambio a la pubertad cada vez más temprana y a adaptaciones reproductivas en el mundo actual.

Según los conocimientos tradicionales milenarios de la sexualidad taoísta, y también según nuestra experiencia directa, el pene se robustece y crece hasta su tamaño natural si le usa con frecuencia, sobre todo si se le usa bien. Lo contrario también se cumple. Según los conocimientos ancestrales de la Brahmacharya —la abstinencia sexual hinduista practicada, por ejemplo, por Gandhi—, cuando el sexo no se hace nunca o prácticamente nunca, el pene comienza a perder masa y tamaño y se reduce al mínimo, como le ocurre a cualquier miembro del cuerpo que se inmovilice o no se use.

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