Sexo virtual vs. Sexo cuerpo a cuerpo (galería con 10 imágenes bien explicadas)

SEXO VIRTUAL

SEXO CUERPO A CUERPO

Por imaginativo que sea, el sexo virtual no deja de ser una masturbación asistida
por la tecnología.

El sexo cuerpo a cuerpo (si aprendes a hacerlo bien) es real y es infinitamente
más delicioso que cualquier masturbación.

Tu “amante” es un perfil, un símbolo, un fantasma audiovisual, una combinación
de puntos de color en una pantalla fría, en el sexo virtual.

Tu amante es un cuerpo tibio real, de carne, huesos y espíritu, un ser genuino
que puedes abrazar, acariciar, oler, besar y degustar, cuerpo a cuerpo.

Los cuerpos no están juntos al practicar el sexo virtual. No hay intercambio
energético. No recibes energía y pierdes la tuya sin que nadie la reciba.

Al practicar el sexo cuerpo a cuerpo: los cuerpos reales se unen, copulan e
intercambian con placer energías opuestas a nivel físico, emocional, mental y espiritual.

El sexo virtual contribuye a la soledad, al individualismo y a la
autosuficiencia, que son valores negativos que nos pueden extinguir como
especie.

El sexo cuerpo a cuerpo contribuye a la comunicación, la colaboración y la
interdependencia, que son valores que nos han hecho evolucionar como especie.

En el sexo virtual te debilitas como individuo. Eres menos saludable y completo en lo físico, emocional y psicológico, y más manipulable en lo mental.

En el sexo cuerpo a cuerpo te fortaleces como persona y lo mismo le ocurre a tu
amante. Intercambian fluidos saludables y se estimulan hormonas y linfa.

En el sexo virtual nuestra especie se debilita en lo social y envejece. Perdemos
conciencia grupal y devenimos masa autocomplaciente, confundida y fácil de engañar.

En el sexo cuerpo a cuerpo se fortalece la pareja, y nos fortalecemos todos como
especie con lazos energéticos reales, sin tendencia al narcisismo, a la
confusión masiva ni a la manipulación.

Gasta más energía eléctrica y menos energía calórica. Con el sexo virtual generas más contaminación, te haces más sedentario y puedes subir de peso.

Gasta más energía calórica y menos energía eléctrica. El sexo cuerpo a cuerpo es una placentera gimnasia, que genera más salud y menos contaminación.

Crea una falsa imagen-imaginación de “sexo fácil” que luego choca con la vida real y se convierte en una desastrosa promiscuidad.

Tienes la experiencia satisfactoria y real de lo que el sexo es: lo más delicioso y
al mismo tiempo un reto que nos obliga a evolucionar.

El amor en el sexo virtual es imaginario (sólo enamoramiento). Viene y se va en
la confusión de no saber qué siente el otro, porque no está realmente.

El sexo cuerpo a cuerpo genera amor real, más que un sentimiento: un estado de conciencia de plenitud y felicidad estable si aprendes a hacer bien el sexo.