­

Se equivocan las teorías (casi siempre religiosas) que dicen que una mujer menstruando no debe hacer el sexo. Por el contrario, el período menstrual puede ser uno de los momentos sexuales no sólo de placer más intenso y profundo, sino incluso de mayor éxtasis espiritual orgásmico. Claro que para esto el hombre tiene que haber aprendido a hacer el amor bien. El sexo bien hecho incluso disipa por arte de magia el calambre y el estrés premenstrual y menstrual.