Se cuenta que Clítoris era el nombre de una pequeña diosa amada con pasión por el dios Zeus, y esa divinidad femenina también ha dado nombre al gran órgano erógeno cuyo glande asoma en el vértice superior de la vulva de la mujer. Indudablemente, el clítoris es uno de los bellos y deliciosos centros de la pasión femenina, generador de intensos orgasmos y también propenso al orgasmo múltiple. Su estimulación debe realizarse adecuadamente, pero los frutos son siempre dulces y abundantes. Sin embargo, es un error creer que el erotismo femenino se reduce a la estimulación del clítoris. La sexualidad femenina es mucho más amplia, y desde el clítoris hacia la profundidad vaginal hay mucho camino por recorrer y muchos frutos de amor que cosechar. Pero está muy bien comenzar por el clítoris, despertar su poder erógeno a fondo y disfrutarlo.
Por lo general se desconocen muchos aspectos de la sexualidad femenina, pero el clítoris es prácticamente conocido por todos —en mayor o menor medida. Su estimulación debe realizarse adecuadamente, pero los frutos son siempre dulces y abundantes.
Como se ha dicho, el clítoris es de hecho el único órgano con la sola función de generar placer erótico: no tiene otra. Sin embargo, es un error deducir que la sexualidad femenina se reduce a la estimulación del clítoris: la sexualidad femenina es mucho más que el placer clitoridiano. El clítoris forma parte del erotismo femenino más externo, pero desde él hacia la profundidad queda mucho misterio femenino por recorrer y descubrir. No obstante, está muy bien comenzar el sexo por el clítoris y disfrutarlo a fondo.
El clítoris, en su porción externa, se ubica justo en el vértice superior de la vulva. El aspecto del clítoris cambia relativamente de una mujer a la otra. No obstante, su estructura es la misma: una pequeña protuberancia, llamada glande del clítoris, sobresale hacia el exterior, mientras que el resto de este bello órgano femenino permanece bajo el capuchón, que es el pliegue de piel que lo recubre parcialmente. De modo que lo que se ve a simple vista en la cima de la vulva es sólo el ápice o punta del clítoris. Según la estudiosa Natalie Angier: «el clítoris es la única parte del cuerpo humano que no tiene otra función excepto la de proporcionar placer».
El glande del clítoris es semejante al glande del pene. Sin embargo, el glande clitoridiano es mucho más sensible que el del pene: el glande del pene posee alrededor de 5000 ó 6000 terminaciones nerviosas, mientras que el del clítoris tiene alrededor de 7500 en un espacio menor, lo cual probablemente lo convierte en el órgano más sensible que existe. Su estimulación sexual no debe ser brusca ni apresurada, porque podría irritarse y ser una experiencia desagradable para la mujer. Tal vez no deba comenzarse por estimular directamente el clítoris, sino progresivamente desde sus alrededores y desde el capuchón.
Se ha esbozado la teoría de que el Punto G se encuentra justo donde las dos raíces del clítoris cruzan el interior de la vagina, creando una zona particularmente erógena. Esté o no relacionado el Punto G con el clítoris, lo cierto es que la estimulación del Punto G no se realiza sólo a través del clítoris en su parte externa, sino actuando directamente sobre una zona específica en el interior de la vagina.
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