No poder controlar la eyaculación es el principal problema actual que impide hacer bien el sexo. Se trata de que la eyaculación del hombre ocurre de modo automático y anticipado, sin que él pueda controlar la eyaculación en realidad. Y termina mucho antes de que la pareja logre hacer el amor realmente. El ejercicio que ahora presentamos es para que él aprenda a controlar la eyaculación, y la pareja pueda hacer el amor más tiempo, con más placer y verdadero amor.
¿Por qué me conviene aprender a controlar la eyaculación?
El primer motivo para aprender a controlar la eyaculación es mejorar tu calidad como amante. Al aumentar tu capacidad como amante, aumenta tu magnetismo hacia el sexo opuesto, y tu éxito en las relaciones. Controlar la eyaculación también te desarrolla la voluntad, el carácter, la rectitud, y la masculinidad. Estas capacidades no alcanzan su total desarrollo en la vida si no logras ser capaz de controlar voluntariamente tu eyaculación.
Otro motivo importante es evitar el desgaste de tu energía sexual, que es tu energía vital. El semen es una sustancia muy preciada y no debes derramarlo así como así, de ahí la importancia de controlar la eyaculación. Lo que obsesiona al hombre no es la eyaculación, sino el orgasmo. Orgasmo y eyaculación son dos cosas distintas: puedes tener no uno sino muchos orgasmos seguidos sin necesidad de eyacular para ello. Lo profundamente delicioso es la sensación intensa del orgasmo; ¿pero quién desea el desgaste que es eyacular, evento que te deja “fuera de combate” en pocos segundos?
Este desgaste por no controlar la eyaculación a lo largo de toda la vida, provoca también los conocidos problemas degenerativos. Estos problemas que son supuestamente “inevitables”, que los órganos y glándulas sexuales del hombre sufren a medida que él se acerca a la segunda y a la tercera edad. Estos problemas “normales” son ciertamente evitables si reduces tu frecuencia eyaculatoria. Y a la vez, aumentas tu frecuencia orgásmica y la de tu pareja, gracias a la práctica de controlar la eyaculación.
Así pues, ¿cómo el hombre puede retardar la eyaculación, e incluso gradualmente lograr llegar al orgasmo sin eyacular? ¿Cómo la pareja puede lograr disfrutar sin límites del placer sexual y del amor? ¿Cómo se puede evitar el desgaste sexual masculino? Puedes lograr estas cosas realizando el ejercicio que indicaremos a continuación:
EJERCICIO PARA APRENDER A CONTROLAR LA EYACULACIÓN
Cuando vayas a orinar, debes hacerlo por escalones, en vez de dejar que la orina salga toda de una vez. Primero deja salir la orina durante dos segundos, luego contraes con firmeza y retienes durante cinco, luego la dejas salir otra vez durante dos, luego la retienes nuevamente durante cinco… así hasta vaciar la vejiga.
Luego, durante el acto sexual, harás estas mismas contracciones siempre que sientas que el reflejo eyaculatorio se acerca. Poco a poco sentirás que puedes alejar y mantener bajo control voluntario la eyaculación, haciendo el amor durante más tiempo y con más placer. Según vayas adquiriendo práctica, debes lograr hacer contracciones más suaves y sutiles, que interrumpan la eyaculación pero no el placer. Ésta es la clave para ir siendo cada vez mejor amante gracias a que puedes controlar la eyaculación.
Pon en práctica estas mismas contracciones durante el acto sexual
Apenas ya desde el primer día en que hagas este ejercicio, pon luego en práctica estas mismas contracciones durante el acto sexual. Cuando sientas que se acerca un pico de placer que normalmente te desencadena la eyaculación, reduce un poco el placer y aleja el reflejo eyaculatorio haciendo las contracciones. Al inicio sólo lograras interrumpir el placer y la eyaculación haciendo contracciones fuertes o firmes. Pero un detalle importante es lograr poco a poco que las contracciones no tengan que ser tan fuertes. De este modo, irás mejorando en el control de la eyaculación.
El hecho de interrumpir la corriente de orina aporta un esfuerzo extra en el ejercicio para el control de la eyaculación. Pero luego de que ya comprendas el mecanismo de cómo funcionan las contracciones de esfínteres al orinar, comienza a hacer el ejercicio «en seco», sin estar orinando. Pon en práctica el ejercicio durante el acto de orinar durante 1 ó 2 semanas como máximo. Luego hazlo solamente en seco.
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10 EJERCICIOS PARA APRENDER A CONTROLAR LA EYACULACIÓN
Controlar la eyaculación es la base del buen sexo. Cualquier otro logro sexual depende de si has aprendido cómo controlar la eyaculación. En este Ebook encontrarás ejercicios prácticos, paso a paso, desde el nivel más simple hasta el nivel avanzado. Todo lo que necesitas para aprender a controlar la eyaculación a voluntad. El libro incluye muchos consejos sobre cómo mejorar cada vez más el acto sexual y convertirte en el buen amante que todo hombre es por naturaleza.
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Controlar la eyaculación no significa reprimir ni aguantar el semen
Controlar la eyaculación no significa reprimir ni aguantar el semen. Muchos creen saber controlar la eyaculación, sólo porque se contraen y reprimen el semen para que no salga disparado. Esto, si es que lo logran, provoca dolor de testículos, además de que es un control ilusorio: en realidad el semen pasa a la vejiga, y sale después, cuando el hombre orina. Nada de esto es controlar la eyaculación realmente.
El verdadero control de la eyaculación se alcanza poco a poco, mediante ejercicios, práctica y experiencia, aprendiendo a manejar el placer sin necesidad de reprimir el semen. Más bien consiste en aprender poco a poco a poder sentir más placer sin que ello determine que el semen comience a moverse hacia afuera. Este aprendizaje del control de la eyaculación es real, y los logros se consiguen paulatinamente, sin represiones, sin aguantarse, sin dolores, sin frustraciones, y con mucho placer orgásmico.
Aprender a controlar la eyaculación tiene profundas implicaciones positivas no sólo en el acto sexual, sino también en la vida diaria y en el carácter y la masculinidad del hombre. La masculinidad se desgasta por la continua eyaculación sin control, y en cambio se fortalece cuando el hombre aprende a controlar la eyaculación.
Algo que también te va a ayudar mucho más de lo que crees es cambiar la perspectiva sexual. En materia de controlar la eyaculación, valen tanto los cambios físicos como mentales. La perspectiva del sexo eyaculatorio normal es: el sexo se hace para provocar la eyaculación del hombre. La perspectiva del sexo real es: el verdadero acto sexual se hace para deleitar a la mujer, y es en el deleite orgásmico de ella que el hombre se deleita. Cuando tengas esta nueva perspectiva, verás cuánto se te facilita controlar la eyaculación.
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