Para saber a qué nos referimos con el término “sexo bien practicado”, puedes leer las páginas Los 10 consejos prácticos para hacer el amor, y los artículos del menú Aprendiendo a controlar la eyaculación. Pero en general, con el término “sexo bien practicado” nos referimos a un acto sexual que cumpla con las 4 palabras mágicas del Amor Sexual: intensidad, duración, frecuencia y profundidad.
Para que el sexo sea mucho más placentero y genere amor, es necesario comenzar a hacer un acto sexual nuevo y realmente bueno, que dure más tiempo, que genere mucho placer y muchos orgasmos múltiples e intensos, y que haga nacer el amor y la felicidad en la pareja. El primer paso para lograrlo es que el hombre comience a aprender a controlar voluntariamente su eyaculación, y no eyacule al menos hasta que el sexo haya sido satisfactorio para la pareja. Algo que ayuda a recuperar el 100 % del placer sexual, es liberar a los genitales y sensibilizarlos mediante el Masaje Genital que hemos recomendado. (Ver la página Masaje Genital: el arte de abrir la vagina y nuestro ebook El pene dentro de la vagina).
ALGUNOS EFECTOS DEL SEXO BIEN PRACTICADO
El sexo bien practicado nos regenera como amantes. Los efectos del buen sexo se notan positivamente en todas las áreas de nuestra vida y se expanden también a todos los que nos rodean, a la sociedad, e incluso al planeta. Nuestros hijos nacerán con más fuerza, salud e inteligencia. Seremos mejores seres humanos en cualquier circunstancia, y en bastante medida alejaremos las enfermedades de nuestra vida, tanto físicas como psíquicas. La verdadera emancipación de la mujer y del hombre nace cuando ellos aprenden a hacer bien el sexo.
El buen sexo genera prosperidad, abundancia y buena fortuna, tanto material como espiritual. Cuando aprendes a hacer el amor bien con tu pareja, el estado orgásmico te hace tener toda tu energía y tu vigor contigo, y terminar con éxito todo lo que se propongan para mejorar su situación económica. El amor estimula la creatividad y la sabiduría para resolver mucho mejor que antes cualquier situación de la vida, y para saber cuál es el mejor modo en que cualquier cosa debe ser hecha —incluidos los negocios y los asuntos laborales. Es algo que la pareja comprobará en la práctica: el amor los hace más felices, más sabios, y también más prósperos. Además —y esto no es poco— la evolución de la pareja en el amor hace que su crecimiento material y económico ocurra con respeto hacia el bienestar de los demás, con más colaboración y con menos competencia. Esta es la matriz del buen orden planetario que todos deseamos ver llegar.
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