De modo natural a todos los hombres les interesa saber cómo controlar la eyaculación a voluntad. Intuyen que, en poder controlar la eyaculación a voluntad, está la clave del buen sexo y de realmente aprender a hacer el amor. Muchos jovencitos, e incluso muchos hombres, cualquier día durante la masturbación, descubren que, si no frotan el glande directamente, la eyaculación puede retardarse tanto como deseen.
Ese día probablemente descubran el profundo gozo de alargar el placer al controlar la eyacular a voluntad. Haciendo esto, durante bastante rato, acercándose al orgasmo numerosas veces, pero sin llegar nunca, para controlar la eyaculación a voluntad y poder repetir la experiencia preorgásmica una y otra vez. Ese es un gran hallazgo, un primer paso importante en el camino de aprender a ser un buen amante y de controlar la eyaculación a voluntad.
1 Técnica con tu glande para controlar la eyaculación a voluntad
Esto mismo que hacen durante la masturbación —aunque menos hombres lo sepan— se puede aplicar durante el acto sexual. El glande, obviamente, va a la cabeza en cuanto al nivel de placer que desencadena el reflejo de la eyaculación. Toda reducción de la acción del glande y del placer en él, ayuda a retardar y a controlar la eyaculación a voluntad.
En la práctica, la técnica consiste en introducir el pene, y de momento hacer la mayoría de los movimientos sexuales con la base del pene sobre el clítoris, sin hacer énfasis con la cabeza del pene hasta tanto el glande esté más sensible y consciente, y permita más control de la eyaculación a voluntad.
Pero evitar el placer en el glande durante el acto sexual, es semejante a no haber hecho el amor, tanto para el hombre como para la mujer. Si el hombre evita el placer y siente menos, la mujer también sentirá menos. Así que recomendamos esta técnica para aprender a controlar la eyaculación a voluntad, solamente a modo de paso previo para aprender a ser más consciente del placer, pero no como algo que deba aplicarse con demasiada frecuencia.
De otro modo el acto sexual será un poco frustrante para ambos amantes. El buen sexo, el gozo sexual que puede usarse como vía de evolución en pareja, llega cuando se aprende el verdaderamente a controlar la eyaculación a voluntad, es decir, sin tener que evitar el placer. Es algo que se logra de manera gradual, sin reprimir ni aguantar el placer, mediante ejercicios para aprender a controlar la eyaculación a voluntad de avance gradual.
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Controlar la eyaculación es la base del buen sexo. Cualquier otro logro sexual depende de si has aprendido cómo controlar la eyaculación. En este Ebook encontrarás ejercicios prácticos, paso a paso, desde el nivel más simple hasta el nivel avanzado. Todo lo que necesitas para aprender a controlar la eyaculación a voluntad. El libro incluye muchos consejos sobre cómo mejorar cada vez más el acto sexual y convertirte en el buen amante que todo hombre es por naturaleza.
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Un buen comienzo para aprender cómo controlar la eyaculación a voluntad
Lo cierto es que la técnica básica de no hacer énfasis con el glande tiene un pro y un contra fundamentales. El pro consiste en cierta ganancia de placer sin necesidad de eyacular, debido a que podrás controlar la eyaculación a voluntad. Lo cual redunda en más tiempo de duración para el acto sexual, y posiblemente a la larga desencadene orgasmos femeninos. Esto no es poca ganancia, es un buen pro. Todo lo que ayude a alargar el acto sexual y genere placer entre los amantes —especialmente en la mujer—, es una ganancia indiscutible.
Pero el contra de esta técnica para controlar la eyaculación a voluntad, radica en que, para conseguir cierto control de la eyaculación, sea necesario evitar todo el tiempo el nivel intenso del placer, para el cual el glande —el órgano cuya sensación estás evitando— es el especialista. Esto todavía no será en verdad poder controlar la eyaculación a voluntad. Pues controlar la eyaculación a voluntad realmente consiste en no tener que evitar las sensaciones, sino en dejarlas crecer y aun así mantener el semen sin moverse. Pero no está nada mal como paso previo para empezar a controlar la eyaculación a voluntad y luego alcanzar logros mayores.
Como técnica básica, para comenzar a aprender a controlar la eyaculación a voluntad, vale la pena renunciar de momento a cierto grado de placer. Pero no se debe perder de vista una meta mayor: más adelante será conveniente aprender a mantener alejada la eyaculación, sin evitar la acción del glande, es decir, permanecer sin eyacular, sin aguantarse y sin evitar el placer, por muy intenso que sea. Es en este momento en el que verdaderamente se puede decir que has logrado controlar la eyaculación a voluntad.
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