Robert Graves, en su libro Los mitos griegos, es de los pocos que analiza el mito de Penélope desde otro punto de vista. Mediante ciertos indicios llega a conclusiones que difieren de las más aceptadas. Al parecer, cuando Odiseo logró retornar a Ítaca —gracias incluso a las prebendas que obtuvo por mantener relaciones sexuales con otras mujeres como Circe y Calipso—, se encontró con la realidad de que Penélope, en nombre de un matriarcado aún no abolido del todo, había tenido contacto sexual con otros hombres.
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