Desde que el mundo es mundo, muchos han intentado determinar la forma de los hijos antes de que nazcan, y no dejarla a la casualidad o a la voluntad divina —según sea el caso.

En el film Donde sueñan las hormigas rojas, de Werner Herzog, pueden verse escenas sobre una antiquísima tradición de intentar soñar cómo serán los hijos, para de este modo determinar la forma que estos tendrán cuando nazcan. En esta misma línea, muchas mujeres de la antigua Grecia colocaban en los dormitorios donde hacían el amor esculturas de Apolo, Narciso, Jacinto y Cástor y Pólux, con el objetivo de engendrar hijos que lucieran como dioses.

Incluso en época contemporánea existen terapias de corte científico que, por ejemplo, mediante ciertas dietas que afecten el pH del cuello del útero, intentan decidir, no las características físicas, pero sí el sexo del bebé, desde el momento mismo de su concepción, mediante cierta selección natural bioquímica de espermatozoides que realiza el cérvix.

La terapia genética de «línea germinal»

Pero ciertamente todos estos métodos que acabamos de ver son un puro idilio inocente, si los comparamos con el método actual: la llamada ingeniería genética de «línea germinal», o sea, la manipulación genética de óvulos y espermatozoides con el fin de determinar cómo lucirá el nuevo ser humano así creado. Esto sí que es un tremendo delirio a la altura de la obsesión tecnológica contemporánea.

Ni los colonialistas más demenciales, ni los eugenetistas más fanáticos, y ni siquiera los nazis más racistas, soñaron alguna vez con manipular los gametos humanos, para lograr que todas las personas nacieran con la “raza adecuada”. Es como una pesadilla de Josef Mengele ―uno de los más notables nazis que experimentaban con seres humanos en Auschwitz― pero endulzada a través de una película de Hollywood.

La terapia genética o génica de “línea germinal” ―que es una aplicación de la terapia genética a la procreación― puede ser visto como la manera en que la caduca eugenesia de fines del siglo XIX y principios del XX, ha encontrado cabida en la sociedad tecnológica del siglo XXI. Y más que ocuparse de que los hijos no traigan malformaciones, se ocupa de que los hijos nazcan con la “raza adecuada”, es decir, con el color de piel, tipo de pelo, altura, tamaño de genitales, etc., de la “raza superior”.

­

El cultivo de bebés en laboratorios

El fragmento que citaremos al final de este escrito, es un texto extraordinario dentro del ya de por sí extraordinario libro de Jerry Mander En ausencia de lo sagrado —cuya lectura recomendamos.

El fragmento, titulado «La terapia genética y los “bebes a la medida”», trata precisamente acerca de la “terapia genética” para el cultivo de los bebés mediante la manipulación del código genético de los gametos, predeterminando así para cada ser humano las características no sólo genotípicas sino además fenotípicas —“raza”, color de ojos, estatura, tipo de pelo, atributos sexuales, patrones de belleza convencional, etc. O como irónicamente dice el propio Mander: “en otras palabras, hacer a la gente más alta, más rubia, de ojos azules, más fuerte”.

Esta práctica de los bebés diseñados por encargo a cigüeñas genéticas —que por fortuna aún está muy lejos de aceptarse, y aún más lejos de generalizarse—, es apoyada por algunos, pero es rechazada por muchos —entre ellos el propio Mander—, debido al peligro de que tal terapia genética selectiva determine poco a poco el surgimiento de una aristocracia genética, conformada por seres “humanos” genéticamente “superiores” ya no sólo en cuanto a raza y patrones de belleza convencional, sino además en lo que se considere correcto en materia de parámetros de inteligencia, emocionalidad, sexualidad, salud, etc., lo que a la vez determinará un nuevo motivo de discriminación humana, y probablemente una era de control de un ser humano sobre otro, a niveles de poder nunca antes vistos. El propio Mander comenta que es absolutamente antiético decidir por las nuevas generaciones cómo lucirá la raza humana del futuro según un plan estudiado en un laboratorio.

Una aristocracia de clase genéticamente superior

Obviamente, como en todo hasta ahora, si la «terapia genética» aplicada a la creación de seres humanos —que ya se utiliza en algunos lugares— llegara a normalizarse, la ciencia estará al servicio de la tecnología, la tecnología estará al servicio del Mercado, y ciencia, tecnología y Mercado estarán al servicio de quien pague más. ¿Cuándo ha sido de otro modo?

La «terapia genética» estará al servicio del lucro de unos pocos, no al servicio de la humanidad. Y, de más está decirlo, ¡cuántas nuevas perspectivas se abren para el Poder, siempre tan interesado en dar forma específica al ser humano para volverlo más dócil y fácilmente controlable!

Genéticamente “bien formados”, paulatinamente todos luciremos igualitos —seguramente todos arios, como en una pesadilla de Eduard Wirths, otro de los peores de Auschwitz—, y seremos iguales en tontería y docilidad, y con el paso de las generaciones, los más jóvenes ni siquiera sabrán que es posible otra manera de ser y de vivir.

Sin dudas éste que ponemos a continuación es un fragmento que nadie debería dejar de leer, porque aborda uno de los temas candentes de la actualidad, que podría estar determinando el destino de toda la especie humana y del planeta, y cuando menos, un nuevo resurgir de las viejas teorías racistas de la eugenesia, esta vez basadas en potentes herramientas tecnológicas que podrían convertirnos a todos en una colección de maniquíes de idéntica apariencia y esterilidad en todos los sentidos.

Una vuelta de tuerca en los estereotipos de belleza que la cirugía cosmética, la industria de la moda y los mass media ya están anticipando, con cero tasa de diversidad, elevado por ciento de morbilidad, y quién sabe qué efectos biológicos a largo plazo. Quede claro: al menos nosotros nos apuntamos en contra.

­

­

LA TERAPIA GENÉTICA Y LOS «BEBÉS A LA MEDIDA»

(fragmento del libro En ausencia de lo sagrado, de Jerry Mander)

«Si podemos preseleccionar genes deseables para las formas de vidas «inferiores» —las plantas y los animales— entonces podemos hacer lo mismo para los animales humanos. El problema de donde trazar el límite ha suscitado un poco de incomodidad entre los científicos. La mayoría de ellos no ve ningún problema con la manipulación genética de la vida vegetal, pero algunos sienten ambivalencia hacia la modificación de los códigos genéticos animales. Otros piensan que está bien jugar con plantas y animales, pero no con seres humanos. Otros dicen que la ingeniería genética está bien, incluso entre humanos, aunque algunos rehúsan cruzar el límite de la «terapia genética», por considerar que llevaría a demasiados problemas de tipo ético y moral.

La «terapia genética» es un trabajo actualmente en progreso para mapear y luego manipular el código básico genético humano. Las células de espermios y/o de óvulos serán cambiadas a fin de modificar en forma definitiva la línea reproductiva para todas las futuras generaciones.

Los objetivos específicos serán ciertas estructuras genéticas conocidas por producir enfermedades genéticas, tales como el síndrome de Down, la enfermedad Tay-Sachs y la anemia de células falciformes. La experimentación con las estructuras genéticas de generaciones futuras, las que por definición no pueden participar en el proceso de toma de decisión, está en el meollo del asunto, ya que el tipo, la calidad y el grado de la experimentación son difíciles de controlar una vez que el proceso haya comenzado. Por ejemplo, ¿quién decidirá cuándo es éticamente permisible alterar la estructura genética de futuras generaciones? Pocos se oponen a la eliminación de una enfermedad específica, pero ¿qué pasa en el caso de la experimentación con líneas genéticas para efectuar modificaciones permanentes de tipo cosmético, racial o sexual?

Un número importante de científicos genéticos no tienen objeción a la terapia genética para el tratamiento de características que conducen a la enfermedad, pero están muy preocupados por el potencial que existe para producir nuevas razas (lo que se denomina eugenesia), o por el «mejoramiento» genético (en otras palabras, hacer a la gente más alta, más rubia, de ojos azules, más fuerte). Algunos científicos no ven ningún problema incluso en los mejoramientos cosméticos: ¿Por qué la sociedad no habría de producir gente más alta y más rubia, si eso es lo que quiere el público? Dicen que el mercado debería decidir. (Obviamente existe un papel para la publicidad de todo esto: «SOLO ESTA SEMANA, COMPRE DOS DE NUESTROS NUEVOS, MEJORADOS EMBRIONES ALFA-PLUS POR EL PRECIO DE UNO: MAS RUBIO, MAS ALTO, MAS ATRACTIVO QUE NUNCA»).

­

Los asuntos éticos, filosóficos y políticos involucrados son tan sutiles y complejos que incluso los científicos que se llaman «eticistas médicos» no se ponen de acuerdo sobre dónde poner los límites. Un reconocido «eticista», el profesor LeRoy Walters de la Universidad de Georgetown, dijo al San Francisco Chronicle que los mejoramientos genéticos son perfectamente apropiados. A él le encantaría que los genetistas diseñasen niños con mejor memoria, lo que sería útil para la vida académica. «Siempre que sea una decisión de la familia», dice el Dr. Walters, «siempre que cada pareja decidiera libremente: ¿Queremos esta clase de intervención para nuestros hijos? —que presumiblemente pasarían a sus hijos, entonces pienso que la decisión sería perfectamente compatible con una sociedad democrática».

¿Qué pasa con aquellas familias que no pudieran pagar o no quisieran comprar niños mejor diseñados con mejor memoria? ¿No constituirían una nueva clase de personas enfrentadas a una nueva categoría de discriminación? El Dr. Walters tiene una respuesta: la terapia genética debería estar disponible a toda familia, democráticamente. La compara a la educación pública: cada familia debe tener igual acceso a la tecnología. (La igualdad de acceso a la tecnología jamás se ha logrado para cualquier tecnología en ninguna sociedad moderna. ¿Por qué habría de suceder otra cosa con la ingeniería genética?)

El doctor Sheldon Krimsky, quien preside sobre el Comité para la Genética Responsable, encuentra toda intervención de terapia genética profundamente inquietante:

“La terapia genética sobre las células de línea germinal nos llevaría peligrosamente cerca del rediseño de la evolución humana y hacia algún tipo de ser humano prototipo… Podrías comenzar por la altura o el color de la piel o incluso las secuencias de gen asociadas con la inteligencia o la longevidad… Estas son decisiones muy inquietantes que son tremendamente diferenciadoras para la sociedad y crean una suerte de aristocracia genética. Por cierto que queremos mejorar las vidas de nuestros hijos y darles mayores posibilidades de sobrevivir en el mundo… pero hacerlo por medio de lograr el control sobre la genética les dará a algunas personas un control sobre los demás, mayor de lo que tenemos hoy en día”.

El doctor George Annas, profesor de derecho de la salud en la Universidad de Boston, añade lo siguiente (también citado del artículo en el San Francisco Chronicle): «Ya tenemos clínicas de inseminación artificial que utilizan a los estudiantes de ciertas escuelas de medicinas, supuestamente porque producen espermas superiores… El caso de la maternidad subrogada es parecido. La gente quiere madres sustitutas atractivas… las agencias tienen catálogos fotográficos de madres sustitutas». Este tipo de iniciativa empresarial, dice Annas, llevará a algunas situaciones asombrosas:

“A futuro uno podrá elegir tanto a la madre como al padre, combinar el esperma y el óvulo, y luego tomar el embrión resultante y dividir o clonarlo. Digamos que lo clona cien veces. Congela a noventa y nueve y hace crecer a uno… Lo hace crecer durante un año o dos, lo somete a exámenes [y] lo fotografía. [Entonces lo pone a la venta] diciendo: Su hijo será exactamente como este… ya estamos hablando de bebes a la medida, llevado al extremo”.

Lo anterior, ¿suena como alguna película mala de ciencia ficción de los años 50 o algún cine hecho por científicos nazi? La analogía no es inverosímil para el Dr. Edwin Chargoff, profesor de bioquímica de la Escuela de Medicina de la Universidad de Columbia. No hace mucho escribió en la revista Nature: «Ha comenzado una nueva era… Ahora la ciencia es el oficio de la manipulación, modificación, sustitución y desviación de las fuerzas de la naturaleza… la cría de humanos». En una mirada hacia un futuro en que los embriones humanos serán producidos en masa para fines experimentales, lanza esta advertencia: «Lo que veo aproximarse es un gigantesco matadero, un Auschwitz molecular en que se extraerán valiosas enzimas, hormonas, etc., en vez de dientes de oro».

Hasta el momento, han fracasado los esfuerzos por ejercer influencia sobre el National Institute of Health (Instituto Nacional de Salud) para prohibir la terapia genética, o al menos imponerle restricciones significativas. Actualmente existen pocos controles aparte de los sistemas inciertos creados por los mismos laboratorios corporativos y universitarios. Es obvio, en mi opinión, que algún día la seguridad se verá comprometida cuando los investigadores genéticos se larguen detrás de un objetivo escurridizo pero altamente lucrativo. De modo similar, si permitimos que intervengan los genetistas en las generaciones futuras, especialmente sin controles estrictos, entonces solo la comerciabilidad determinará los nuevos colores, tamaños, actitudes y habilidades de los seres humanos».

(Fragmento tomado del libro En ausencia de lo sagrado, de Jerry Mander.)

Mejora tu vida sexual con nuestros ebooks:

  • ¡Oferta!

    10 ejercicios para aprender a controlar la eyaculación

    El precio original era: 22.00$.El precio actual es: 11.00$.
    • EUR: € 10.18
    • GBP: £8.66
    • MXN: $186.64
    • ARS: $9,823.00
    • CLP: $9,999.88
    • COP: $42,226.25
    • PEN: $41.20
    • UYU: $424.08
    • BOB: $75.46
    • BRL: $57.26
    • CRC: $5,669.07
    • CUP: $264.00
    • DOP: $646.69
    • GTQ: $85.44
    • HNL: $271.26
    • NIO: $402.87
    • PAB: $11.00
    • PYG: $82,832.86
    • SVC: $96.25
    • VES: $400.63
  • ¡Oferta!

    Orgasmos múltiples: Una lluvia de estrellas

    El precio original era: 15.00$.El precio actual es: 10.00$.
    • EUR: € 9.25
    • GBP: £7.87
    • MXN: $169.68
    • ARS: $8,930.00
    • CLP: $9,090.80
    • COP: $38,387.50
    • PEN: $37.46
    • UYU: $385.53
    • BOB: $68.60
    • BRL: $52.05
    • CRC: $5,153.70
    • CUP: $240.00
    • DOP: $587.90
    • GTQ: $77.67
    • HNL: $246.60
    • NIO: $366.24
    • PAB: $10.00
    • PYG: $75,302.60
    • SVC: $87.50
    • VES: $364.21