Ejercicio de Comunicación: UNIR LO QUE DICES CON LO QUE TU PAREJA DICE

Muchas veces conversamos de un modo en el que el diálogo resulta ser, más que diálogo, una suma de dos monólogos superpuestos. Cada cual dice su propio monólogo, en el mejor de los casos, esperando su propio turno para hablar, y en el peor de los casos, sin dejar que el otro termine de decir, tanto como siendo interrumpido cuando tú mismo no has terminado de decir.

Este modo caótico de «conversar» es nocivo, especialmente en el marco íntimo de la pareja. Genera ansiedad, frustación, y la vivencia clara de no estar siendo amado ni estar tú amando a tu pareja.

Lo cierto es que un diálogo verdadero debería ser muy semejante a hacer el amor: cuando hablas, seas mujer u hombre, penetras verbal y energéticamente y sientes el gozo de entrar en el cuerpo psíquico de tu pareja, tanto como cuando escuchas abiertamente tu cuerpo psíquico es penetrado por la energía de tu pareja que te habla. Seas hombre o mujer esto, esta conjunción de lo femenino y lo maculino en tu pareja y en ti debería hacerse realidad cada vez, en cada diálogo verdadero.

Para empezar a lograrlo, es bueno aprender a escuchar y a ser escuchado realmente. Pero no sólo esto. Es necesario lograr, mediante el diálogo, una alquimia sexual, es decir, una mezcla unitiva absoluta entre lo que escuchas y lo que dices: cuando tu pareja te habla, eres tú mismo quien te habla y quien escucha, y cuando le hablas a tu pareja, expresas, a la vez que escuchas, la verdad que está tanto en su corazón como en el tuyo. Esto parece difícil, pero no lo es, y de hecho es algo que ocurre de un modo bastante natural si ambos abandonan la perspectiva normalmente neurótica del ego.

Un buen ejercicio para empezar a lograr todo esto que proponemos, consiste en que, lo que sea que vayas a decir mientras tu pareja y tú dialogan, lo mezcles honestamente con lo último que tu pareja haya estado diciendo. Y lo mismo debe hacer tu pareja contigo: mezclar lo último que tú hayas estado diciendo con lo que sea que necesite decir. Esto hace que el dia-logo (de dia ‘dos’ + logos ‘palabra’, o más exactamente ‘conocimiento’) sea un verdadero conocimiento entre dos. Es hacer realidad algo que hemos dicho: la verdad es dialógica, el conocimiento total se construye a partir de la unión perfecta de todo lo que sienten los implicados.

Lo que sea que te haya nacido para decir, nació desde dentro de ti y es bueno que así sea. Pero también nació mientras tu pareja hablaba, y eso significa que ambas expresiones están vibrando juntas. Así naturalmente es el verdadero diálogo, y es mejor no hablar como si este orden dialógico no existiera, y como si en su lugar existiera la falsa perspectiva monológica del ego. Es mejor dejar de enfocar las cosas que decimos como si nacieran desde un universo meramente aparte.

Una mejor perspectiva, ahora que el Amor Sexual está abriendo caminos de unidad entre tu pareja y tú, es dejar de practicar la comunicación como monólogos superpuestos. Sean honestos con lo que estan viviendo, pues lo que están viviendo es que la expresión de cada uno se está transformando en energías reunidas, en comunicación verdadera. No ser honestos con esto es seguir viviendo desde la perspectiva errónea del ego. Y como ya hemos dicho, el ego te separa del amor. Amar no es ego, es trascendencia de lo individual partiendo de lo individual.