Me gustan los senos naturales

DETALLES

Ya en una de las escenas sexuales del famoso Papiro Erótico de Turín —del Egipto antiguo—, aparece un hombre acariciando los senos de la mujer mientras copula con ella. Desde tiempos inmemoriales, ¿cómo se podría pasar por alto la estimulación de los senos femeninos durante el sexo, si están diseñados para notarse, para hacer el frente durante el acto sexual humano eminentemente frontal? Siempre que quede una mano libre, buscará el seno para llenarse. Así puede verse en no pocas ilustraciones de sexo oriental.

Sin embargo, ya en un antiguo poema también egipcio, cuando se describe a “la más bella de las mujeres” —que es cierta sacerdotisa sexual de la diosa Hathor llamada Mutirdis—, se dice de ella que sus “senos se elevan, firmes, sobre su pecho”. O sea, ya desde el antiguo Egipto existían los principales prejuicios con respecto a cómo “deben ser” los senos —y en realidad ya desde entonces existían otros muchos prejuicios sexuales de los que han durado hasta hoy sólo para hacer sufrir al ser humano de ambos sexos; por ejemplo: la supuesta importancia de tener el pene grande.

Casi todas las épocas han tenido cánones de belleza tan ideales como arbitrarios, pero ninguna época ha sido tan extrema como la nuestra en este sentido. La llave maestra de la locura actual es el desarrollo tecnológico. Antiguamente la forma de los senos se “rectificaba” con cosméticos, sostenes, tipos de escote, o disimulándolos bajo la ropa ancha, o rellenando con cualquier material el espacio que supuestamente deberían ocupar. Sin que haya dejado de ser igual de absurda la situación, hoy se resuelve de manera más refinadamente ruda y drástica: hoy los senos se “rectifican” con bisturí, láser, y silicona.

Son los primeros pasos para que mañana, no sus senos, sino la mujer completa sea sustituida por una muñeca de goma, parlante y robótica tal vez, pero que “no menstrúe ni pida orgasmos” que el hombre ha perdido la capacidad de darle. Ojalá, con los numerosos datos que al respecto ofrecemos en este ebook, la mujer y el hombre terminen de percatarse de que ella no necesitas implantes en absoluto.

Este ebook forma parte de uno mayor —que aparece al inicio de la siguiente lista—, y a continuación del cual ponemos otros que se relacionan con este tema y que pueden interesarte:

– Todo en belleza

– ¿Soy linda?

– Prejuicios y verdades sobre la belleza femenina

– Belleza femenina

– No importa el tamaño del pene sino…

– El pene dentro de la vagina