Haciendo sexo en lugares naturales

DETALLES

Es normal ver a parejas haciendo sexo en la playa, sobre todo a la hora romántica de la puesta de sol, cuando los demás playeros comienzan a irse y la playa va quedando más vacía. Se les ve con el agua hasta más arriba del ombligo, o hasta el pecho —quizá ya sin bañador los senos preciosos sumergidos para sorpresa del amante—, besándose en la boca, cubriendo los movimientos sexuales con el vaivén del oleaje, a veces ella flotando tendida bocarriba abrazándolo a él por la cintura con las piernas —con el pudor femenino dulcemente suspendido por el momento, haciendo accesible una pequeña gruta fresca, ya sea corriendo a un lado la braguita del traje de baño, o ya sea retirándola por completo para quedar como la primera mujer en el mar. Quizá más tarde, ya solos bajo la luz de la luna, hagan el amor sobre la arena.

Nos complace decir ahora —ellas mismas nos han autorizado a decirlo siempre que fuera anónimamente— que algunas mujeres nos han confesado haber tenido orgasmos de una intensidad brutal mientras hacían sexo en el agua de un mar o un río; y aquello fue posible, gracias al lugar natural y a la frescura del agua que ayudó a mantener bien alejada la eyaculación del hombre mientras su ondina tocaba el cielo: el mar fue al pene como el agua al radiador. Obviamente, aprender a hacer el sexo bien en lugares naturales puede ser muy favorable. Las fuerzas de la naturaleza prestan a los amantes su intensidad telúrica.

La playa es un elemento muy natural, y cuando la gente acude a ella, se siente un poco como aquellos a quienes Colón hace siglos encontró casi desnudos o desnudos por completo en las playas del Caribe: “La gente de esta isla y de todas las otras que he hallado y he habido noticia, andan todos desnudos, hombres y mujeres, así como sus madres los paren”. Si a esto sumamos los comentarios de otro cronista, Michele da Cúneo, que afirmaba que los antiguos habitantes de esas islas hacían el sexo siempre que querían y en el mismo lugar donde estuvieran, podemos suponer que las mujeres y los hombres en realidad han estado haciendo sexo en playas y ríos desde tiempos inmemoriales, y por supuesto: no con bañadores sino en cueros vivos.

Este ebook forma parte de uno mayor —que aparece al inicio de la siguiente lista—, y a continuación del cual ponemos otros que se relacionan con este tema y que pueden interesarte:

– Buen sexo en la playa

– ¿Cómo me prefieres en la playa: vestida o desnuda?

– Orgasmo femenino: orgasmo de amor

– 1 ejercicio para aprender a controlar la eyaculación

– 10 ejercicios para aprender a controlar la eyaculación

– La relajación como método de control eyaculatorio

– Orígenes del control de la eyaculación

– Los 10 consejos prácticos para hacer el amor