El amor está más allá del orgasmo, pero eso no quiere decir que haya que evitar el orgasmo. El placer orgásmico genera amor real, y experimentar continuo amor en el sexo conduce a espasmos orgásmicos intensos y abundantes, que anuncian la llegada de la felicidad, la satisfacción y la paz. Está muy bien recibir con gusto todos los orgasmos que lleguen, y dejar la puerta abierta a que lleguen más. Los orgasmos múltiples —la experiencia de llegar varias a veces al orgasmo en un mismo acto sexual— no son un mito: con práctica y amor, es simple llegar varias veces. Sobre todo la mujer: ella es poderosamente multiorgásmica.
Tener orgasmos es, indiscutiblemente, uno de los mayores placeres de la existencia —si no es que el mayor de todos. Cualquier felicidad real en la vida está asociada a sentir en el cuerpo un estado orgásmico (amor) que permanece como vibración y expande el espíritu deliciosamente hasta más allá de sus límites normales. ¡Cuánto mayor será el placer de los orgasmos múltiples, sobre todo si son fáciles de alcanzar y no trabajosos!
Si, como dijimos, tener orgasmos múltiples quiere decir llegar más de una vez al orgasmo durante el mismo acto sexual, esta experiencia puede vivirse de diferentes modos: los orgasmos bien pueden ocurrir cada uno en diferentes momentos del mismo acto, o bien pueden ocurrir en el mismo momento, un orgasmo a continuación del otro. A esto último se le llama orgasmos en cadena, y pueden ir creciendo en intensidad hasta el paroxismo o el éxtasis.
La regla de oro para alcanzar orgasmos múltiples es ésta: mientras menos persigas el orgasmo, más veces llega. Parece una paradoja, pero es la verdad. Cuando sales a correr tenso detrás de un orgasmo, buscando aferrarte a un final cuanto antes, es muy probable que no lo alcances ni una vez, o que llegues una sola vez y termines fuera de combate. Pero si en cambio disfrutas de todo el camino del acto sexual sin buscar un fin, relajadamente y con cuerpo y mente abiertos, sintiendo como el amor nace del contacto con tu amante, te sorprenderás de que los orgasmos empiezan a caer como una lluvia de estrellas. Es cierto que el mejor ingrediente del sexo, el que más sabroso lo pone, es el amor.
Los orgasmos múltiples pueden parecer algo demasiado extraordinario o difícil de alcanzar, y es cierto que esto actualmente es así. El cine, la televisión, la literatura erótica, el porno, han mentido demasiado sobre este tema. Pero el constante interés de todos por saber qué es el orgasmo múltiple, y sobre todo el intenso deseo de todos por vivirlo, responde a que en realidad podemos lograrlo. Sólo debemos aprender a hacer el amor, y lo demás es cuestión de práctica. Si aprendes a amar bien, los orgasmos múltiples llegan de modo natural. Aprende a tener más de un orgasmo en cada acto, y también aprende a llegar al amor que está más allá del orgasmo.
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